En esta nueva entrada de obras amateurs, os invitamos hoy a leer a Natty Pericot Roos y su libro China´s Dream.
De padres españoles y suizos, Natty siempre ha utilizado los dos idiomas en su vida personal y en su trabajo de traductora.
Empezó a escribir muy joven pero tuvo que esperar muchos años antes de poder ver cumplir su sueño en realidad.
Disfruta mucho relatando historias originales y siempre optimistas, tal y como es ella misma. Tiene la suerte de vivir en un lugar elegido y poder sacar el tiempo necesario para seguir escribiendo.
Os dejamos un extracto de su libro y os invitamos a haceros con una copia del mismo.
Emocionalmente es muy duro vivir una situación similar: te alegras y tu alegría se derrumba por un error administrativo. Después de un momento entre llantos y decepción consigo encontrar el ánimo para llamar otra vez a la agencia de adopción. Tengo que saber algo más respecto al tiempo que me toca esperar otra vez.
Un chico me contesta de forma muy agradable que van a hacer todo lo posible para que el tiempo sea lo más corto posible, pero que no me puede garantizar nada puesto que es China la que tiene que mandar otra asignación. Me asegura que es un proceso administrativo que pasa por otra vía distinta a la habitual de las asignaciones pero no sabe cuánto tiempo va a tardar. Le pregunto, para tener más datos :
-¿Tú crees que ese proceso puede tardar más de un mes?
-No lo sé, las otras veces que han pasado casos similares tardó menos de un mes, pero no puedo asegurarte nada. Espero que sea menos tiempo. De todas formas, agilizaremos el proceso para que sea lo antes posible.
-¿Y para el viaje, significa que ya no podré viajar con las otras familias que tienen las mismas fechas de asignación que yo? ¿Tendré que esperar un mes más para hacer el viaje con las familias siguientes? pregunté
-Pues depende, me contestó, si no da tiempo para juntarte con el viaje de las otras familias podemos organizar un viaje individual, no es obligatorio viajar con las otras familias. Puede que viajes sola.
No sé si esta conversación me ayudó en algo. Significaba que el pobre no sabía nada, no me dijo nada concreto. Tenía que esperar más tiempo, cuánto, no lo sé, y luego ver si podía juntarme con otras familias para el viaje o hacerlo sola. Pues ya no sabía que pensar, si era buena cosa o no, tenía ya el ánimo en los suelos: casi tuve la suerte de ser mamá, pero la ilusión se fue en seguida. No tenía ni idea de cuánto tiempo tenía que esperar a partir de ahora para tener una nueva asignación. ¿Y que tenía que hacer ahora con mi familia y amigos? ¿Comentarlo, no comentarlo? ¡Qué perdida me sentía! ¡Vaya cambios en tan pocos días!
He tenido que esperar dos días y sentirme apoyada para tomar mi decisión: de momento, hablaré del proyecto a mi familia cercana y esperaré a tener la asignación definitiva con foto y fecha de nacimiento para comentarlo a los demás miembros de mi familia y amigos cercanos. Ya está, tengo que olvidarme de ese “incidente” de la asignación, no hay más. Ahora toca esperar la asignación correcta. Voy a esperar a tenerla entre mis manos para darme ese punto de alegría que tanto estoy esperando.
Tras seis años de espera ya puedo tener un poquito más de paciencia: eso es lo que me digo de forma sensata y razonable pero está claro que siempre hay un lado impaciente que está ahí, no puedo hacer nada en contra y creo que es una reacción humana.
Un mes ha pasado, más largo y eterno que nunca. Llamando para tener información, que de hecho no había ninguna información, solo tenía que esperar. Y mirando los foros en Internet para tener algún dato más, algo concreto para alegrarme de que pronto sería, por fin, mamá, pero nada de nada, no conseguía nada interesante. En ese caso, solo tocaba esperar sin saber cuánto tiempo duraría la espera. Podía ser que la asignación venga suelta, pero podía ser también que llegara con las asignaciones del mes siguiente. Mes siguiente que se alarga........
Las informaciones en los foros no coinciden: algunos pensaban que llegarían antes del nuevo año chino y otros pensaban que vendrían después del nuevo año chino. Ya no sabía que pensar.
Y lo que temía llegó: las pocas personas a las que había informado de la asignación y de su retorno a China me preguntaban de vez en cuando cómo iba el tema. Como no tenía nada concreto, ya hacían pronósticos asombrosos: -que será para no dar asignación, -que será que esperan que me desespere y deje la adopción, -que será porque trabajan mal (con todo lo que eso supone), -que ahora te van a asignar a un niñ@ mayor, -que será porque se ha perdido en el camino. Bueno, ya tenía más cosas negativas que pensar..... cómo si hubiera esperado a esas buenas personas para planteármelas. Vaya apoyo que tenía en mi entorno.
Y suerte que no lo comenté a toda la gente a la que tendré que avisar por cuestiones de trabajo o de amistades más lejanas. Suerte que no quise divulgar mucho la información, ya con lo poco que dije tengo las repercusiones que no quería tener. El ser humano es un poco extraño a veces: cualquier persona que tiene amor o afección por mí ya puede imaginarse que son momentos difíciles por los que estoy pasando y en vez de hacer planes catastróficos podrían apoyarme, animarme, tener visiones positivas hacia mí y subirme el ánimo que tengo por los suelos.
Y en vez de eso pues son preguntas “inútiles” desmoralizadoras, pensamientos asombrosos terminados en el típico: “Ya me dirás algo cuando tengas noticias”. Ya ni me atrevo a llamar ni dar noticias a nadie y me siento muy sola. Que desesperación tengo estos días: son eternos, las horas no pasan, los días se alargan, las semanas pasan al ritmo de meses y lo peor es que no sé nada nuevo.
Ninguna noticia llega, ninguna información, es un vacío impresionante sin límite, sin fecha tope, un futuro tan inseguro que da miedo. Y con todo eso tengo que positivar porque tengo que tener toda mi energía para el día que caiga la asignación. Qué difícil es este ejercicio que la vida me impone: es uno de los más difíciles que he conocido.
Parece mentira que tan solo tres meses más tarde puedo vivir esos momentos :
Cuando le apetece, se pone de payasa para hacer reír a los demás, andando como una viejecita con un bastón imaginario, poniendo cara de seria, contando historias en chino o cualquier cosa que se le ocurra. Es un conjunto de alegría y alegría.
Es cierto que parece un sueño, un encanto pero es una niña y como todos los niños tiene sus momentos de caprichos cuando quiere algo. Es cabezota e intenta conseguir lo que quiere con llantos, pisando el suelo muy fuerte y siendo pesada. Son pocas veces pero hace una rabieta como cualquier niño de su edad. Al ver que no cambio de opinión, se conforma, descontenta pero se conforma y ya pasamos a otra cosa. Al poco rato, ya se pone alegre y de buen humor.
Ya me olvido de los momentos de desánimo, los meses tan largos, las estaciones que se siguen sin ninguna noticia al respeto……..