GOTA VIAJERA

Mi nacimiento sucedió en una nube, sí, allí arriba, donde todo es frío y entran ganas de congelarse. Nací como fruto del enfado entre dos nubes que chocaron provocando una enorme tormenta. Yo caí, como tantas otras gotas, contemplando el mundo desde arriba, descendiendo y descendiendo…

Unas gotas cantaban, otras se dedicaban a tiritar por el miedo que les daba caer, otras hacían intentos inútiles de ascender de nuevo a su letargo en una nube blanca y esponjosa, otras como yo, simplemente observábamos mientras caíamos.

¿Nuestro destino? Una baldosa, un tejado o quizá un río, un sembrado o una ventana. Vimos los campos desde arriba, aunque no vimos pájaros porque se habían refugiado de la lluvia. Vimos vacas mojadas, paraguas abiertos, y como banda sonora, los truenos de fondo anunciando nuestra llegada triunfal.

Yo caí sobre una teja, era roja, como las de todos los tejados que habíamos visto mientras caíamos, después me deslicé hasta un canalón, y finalmente acabé… en una ventana.

¡Casi me evaporo del susto!

Al otro lado del cristal, una carita redonda y llena de pecas me observaba, me miraba con curiosidad y admiración.

- ¿Tú vienes del cielo…?

Autor: Elena Enrique Trujillo.