Todos hemos escuchado alguna vez la frase “Mens sana in corpore sano” la cual hace referencia específicamente al cuidado del cuerpo, que traía como consecuencia una mente más sana. Pero… ¿es esta afirmación cierta?, ¿puede la actividad física tener consecuencias positivas sobre la mente y nuestro cuerpo?
Algunos de los beneficios físicos y psicológicos de la actividad deportiva:
- Es una herramienta eficaz a la hora de prevenir enfermedades relacionadas con trastornos de peso, tales como el sobrepeso puntual o la obesidad diagnosticada.
- Todos sabemos que la práctica de actividad física juega un papel fundamental a la hora de fortalecer músculos, tendones y ligamentos. Nos permite poseer una masa ósea más fuerte y retrasa a perdida de las mismas con el paso de los años.
- La práctica deportiva segrega hormonas como la endorfina o la adrenalina que mejoran el bienestar general del organismo, proporciona energía y mejora la calidad del sueño.
- La actividad física mejora la digestión y regula el ritmo intestinal, lo que te hará sentir más vital y a la vez contribuirá a regular tu apetito.
- Practicar alguna actividad puede aumentar la esperanza de vida, al reducir el riesgo de contraer enfermedades causadas por la ausencia total del movimiento.
- La sensación de bienestar aumenta. Se liberan endorfinas que son sustancias que favorecen esa sensación post-ejercicio que ayudará a combatir los síntomas de una depresión o ansiedad.
- Mejora la autoestima. Verte bien, te hará sentir bien.
- Hacer ejercicio hace que tu cerebro produzca más neuronas y más conexiones entre ellas, fenómeno que se conoce como neurogénesis. A través de este proceso, tu cerebro ganará forma y aumentará su capacidad de aprendizaje.
Así que, podemos concluir diciendo que el ejercicio físico siempre ha sido y será parte inherente del ser humano desde tiempos remotos, de ahí todos sus beneficios en la salud física y mental.
El ser humano, siempre ha tenido que recurrir al ejercicio físico, ya sea para cazar, recolectar, huir, desplazarse o construir y no puede ser omitido de nuestro estilo de vida.
¡Recuerda! Mens sana in corpore sano.
Autor: Marta Mesas Hernández 1ºB de Bachiller