top of page
  • Foto del escritorBibliotecaria CSJ

A NUESTRO AMIGO CORONAVIRUS…

Estimado, Querido,… CORONAVIRUS:

Espero que cuando recibas esta carta, te encuentres buscando una salida amistosa de nuestra ciudad, país, planeta…





He de confesarte que, cuando oí hablar de ti por primera vez, tu nombre me causó algo de gracia (ahora no me causas ninguna). Estabas “taaaan” lejos que pensé que te quedarías por ahí. Una idea que, creo, también tuvieron las personas que nos gobiernan.


El caso es que poco a poco decidiste poner en marcha, cual Napoleón, tú expansión. Y decidiste visitar centenares de lugares, entre otros, nuestras casas. La de los españoles que a día de hoy, jugamos un Gran Hermano forzoso a la espera de que nos nominen, o nos digan que el concurso se ha terminado.


No te engaño si te digo que no me das ningún miedo. Matizo: no creo que tengas nada en contra de mi (soy así de optimista), pero no me tranquiliza que te guste visitar abuelos o personas con ciertas enfermedades. Yo soy casi de hierro, pero algunos de mis familiares no, y eso me genera intranquilidad.


También sé que, en el fondo, has venido para enseñarnos algo. Un “algo” que entre todos estamos intentando descifrar pero que hoy, lo tengo un poco más claro: has llegado para enseñarnos que no somos inmunes a nada; que todos los que habitamos este lugar llamado tierra, estamos conectados de una manera que sobrepasa los -no- límites de Internet. Podemos hablar con un familiar a 12.000 km como si estuviéramos a su lado, pero también podemos contagiarnos de su gripe a poco que el virus decida hacer las maletas y multiplicarse.


Nos has demostrado que, entre cuatro paredes, sin excesos ni lujos, uno también puede ser feliz. Que lo importante no es lo que tienes sino con quien lo compartes.


Estamos aprendiendo que no hay fuerza más grande que la de un equipo. Vamos por la vida pensando que YO puedo hacerlo, YO tengo que hacerlo…, y desconfiamos a la hora de delegar o darle una responsabilidad a otras personas, pero cuando menos te lo esperas, sucede un acontecimiento que nos enseña que si TÚ lo haces pero el resto no, NO conseguiremos nada.


Y a echar de menos… Cada uno en su hogar, está (o debería estar) haciendo el esfuerzo más grande del mundo. Un esfuerzo que nada tiene que ver con salir a correr, tomarse unas cañas o jugar la final de la Champions. Todos tenemos gente fuera de nuestras cuatro paredes carcelarias, a las que queremos abrazar. Y lo peor es, que ni siquiera podemos saber cuando lo volveremos hacer. Padres, HIJOS, abuelos, amigos… Se nos hacen eternos los días sin tocarlos, sin reírnos con ellos…, (pero llegará). Ten seguro, hija, que llegará.


¿Y nuestro País? ¿Patriotismo? Somos capaces de criticar y de amar 1000 veces en el mismo día a nuestra tierra. ¡Qué maravilla de Sanidad! ¡Qué sanidad más desastrosa! ¡Los españoles somos una gran familia! ¡Qué insolidaridad la de aquellos españoles que siguen de paseo por las calles, como si el problema no fuera con ellos: PAÍS DE PANDERETA!!


Pero con todo y con eso, elijo mi tierra y sé que vosotros también.


Aquí me has enseñado que un GOL puede unir a todas las comunidades que nos componen, incluso, a aquellas que manejan escenarios de huida de nuestro país; me has demostrado que más de 40 millones de personas pueden llorar una misma desgracia como si fuera de todos. Que, ante una injusticia, “TODOS SOMOS….” aquel o aquella que la sufre. Que no hay derecho que deba ser coartado o ley que no deba aplicarse a todo el mundo. Y sobre todo, que cuando nos unimos, “cuando nos da por ahí”, somos indestructibles.


Aquí, en mi país, somos buena gente, como en muchos lugares. Por eso sé, “bichito mío”, que como dice mi padre, “quieres hacer culo” y quedarte entre nosotros.


Ponte cómodo, que entre todos y, curiosamente, SIN MOVERNOS DE CASA, vamos a mandarte lejos. Tanto, que quizá se te quiten las ganas de volver a visitarnos.


¿Apostamos?


Autor: Juan Manuel Gallardo.

7 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

ETERNOS

bottom of page